Cada empresa es un mundo diferente y puede tener unas características dispares a otra a la hora de crecer. Son muchas las variables que entran en juego, como si es una empresa completamente nueva, si es una empresa con unos fundadores con experiencia previa, fondos de los que se disponen… pero la base siempre será la misma y te la contamos a continuación.
Acumulación de activos de la nueva empresa
Las primeras etapas del crecimiento de una empresa a menudo se conocen como la acumulación de activos y el desarrollo posterior de la cuota de mercado, y en última instancia, las ganancias, factores que debemos tener en cuenta en el estudio de las 4p del marketing mix. Un factor clave para evaluar la salud de una empresa es su rentabilidad actual o potencial. Esta etapa es la más importante para cualquier negocio, ya que proporciona los ingresos necesarios para realizar negocios y pagar salarios y beneficios del personal. Es durante esta etapa que existe el potencial de ganancias real.
La acumulación de activos se produce durante la etapa de acumulación de una empresa. Los activos incluyen activos fijos, cuentas por cobrar, inventario, buena voluntad, propiedad y equipo. El balance, como medición de los activos y pasivos de una empresa, es la base para asignar recursos a activos, pasivos y excedentes durante el curso de cualquier ciclo comercial. El balance debe prepararse de forma regular y mostrará tanto los activos como los pasivos al final del período de informe. Un balance preciso permitirá a una empresa tomar decisiones estratégicas con respecto a la asignación de recursos.
Los clientes, la base de cualquier empresa
La segunda etapa del crecimiento es el desarrollo de la base de clientes, que puede denominarse el primer ciclo de ganancias. En esta etapa, un buen plan de marketing ayudará a las empresas que buscan expandir sus mercados a través de actividades publicitarias y promocionales. Las empresas normalmente se dirigirán a clientes nuevos y existentes que no están comprando activamente sus bienes y servicios. La inversión inicial en estos esfuerzos dará dinero en efectivo, lo que proporcionará a una compañía una base de activos de la que se basará para financiar el crecimiento futuro.
Para mantener el crecimiento en esta primera etapa, las empresas deben ampliar continuamente su presencia de marketing. Confiarán en gran medida en anuncios de impresión e Internet, así como actividades promocionales diseñadas para atraer nuevas ventas. Muchas compañías establecerán una relación a largo plazo con los clientes existentes, lo que resultará ser mutuamente beneficioso y ayudará a garantizar la lealtad del cliente. Los hábitos de compra de la base del cliente también pueden tener un efecto sobre el éxito o el fracaso de una empresa.
Aumento del margen de beneficio con un buen plan de marketing
Finalmente, la tercera y última etapa del crecimiento es el surgimiento de un margen de beneficio para la empresa. En este punto, los ingresos de una compañía son suficientes para cubrir los costos de las operaciones y crear un flujo de caja positivo. En el transcurso de los primeros años después de comenzar, las ganancias generalmente comenzarán a gotear y convertirse en una fuente sostenida de ingresos para la empresa.
Cada negocio experimenta diferentes etapas de crecimiento, aunque las tendencias similares pueden surgir. Cada etapa puede ser referida como una etapa de desarrollo. El potencial de crecimiento de cada negocio está determinado por su competencia pasada, presente y futura. Otros factores externos, como la ubicación de una empresa, la industria y los clientes, también afectarán a las empresas potenciales de crecimiento. Una empresa que tiene éxito en un área puede encontrar sus cuotas de mercado que se reducen en otra área.